Tiempo sin prisas

“37 segundos, respiramos, bailamos nos regeneramos, el corazón nos late, la mente crea, el alma absorbe, 37 segundos bien utilizados es toda una vida." - frase de la película, que tanto me gusta, 'El mundo mágico de Magorium'

Es verdad que estamos viviendo una era en la que todos los ritmos se han alterado. Cada vez hay más competencia en los negocios, los precios van en aumento, y somos bombardeados constantemente por información, anuncios y opiniones. Incluso la forma de conseguir cosas, pareja y hasta de reflexionar se ha acelerado con los avances de las tecnologías actuales.

Y, contrario a pensar que facilitar los tiempos para realizar ciertas tareas le brindaría a las personas la sensación de tener más tiempo libre, lo cierto es que ahora pareciera que todo el mundo tiene “menos tiempo”.

La pregunta que hago es: ¿no tienes tiempo para hacer, lograr o conseguir qué?

Hoy, una persona hizo mención al “tráfico del terror, donde todos quieren llegar rápido a su casa y lo hacen de mal humor”. ¡Cuán cierto! Diera la impresión de que la humanidad está inmersa en una carrera... solo que nadie sabe con claridad cuál es la meta. Y es que, por más que hemos escuchado frases que nos recuerdan que hay que disfrutar el camino, poco a poco se ha ido generando una brecha enorme en este contacto con uno mismo.

¿Qué hay en esta brecha de contacto con uno mismo?

La mirada perdida y la idealización de que cualquier cosa que me haga falta la encontraré fuera de mí. En realidad, los humanos: observados desde nuestra conexión con la naturaleza; somos seres simples, capaces de disfrutar y gozar de cualquier momento si nos lo proponemos, porque hay algo maravilloso con lo que contamos, y esto se llama “voluntad”: aplicable a cualquier cosa, a las ganas de sonreír, vivir, agradecer, amar.

Si un día te encuentras apurado, respira un poco más lento y verás cómo este pequeño acto regulará tu sistema físico para que regreses a un estado de calma. Si te encuentras en el tráfico, abrumado porque no alcanzas a llegar a casa, cambia la mirada y ve mucho más allá de lo que se encuentra en tu campo de atención. Siempre hay vida y hay maravillas sucediendo. ¿Las alcanzas a contar?

Entrena tu mirada para reconocer aquello que anhelas: los gestos sutiles de amor, los destellos de felicidad, la calma de la paz y la melodía de la armonía que habitan en los infinitos universos que cada ser humano contiene.

No se trata de apresurar que las cosas sucedan, pues está claro que todo tiene sus tiempos. Si deseas algo, persiste y sé consistente; pero, desde ese lugar, ten la certeza de que ya estás encaminado y lo que deseas llegará. Hoy es un gran día para decidir cómo quieres tratarte, amarte y respetar tu bienestar. Pues, si te sientes infeliz o acelerado, hay algo que tienes la oportunidad de cambiar.

Y siempre puedes contar con mi apoyo para acompañarte y guiarte en esta transición para que alcances tu mejor versión.